DOS REFLEXIONES DE NUESTRO PRIMER CAPITÁN DEL VUELO
Llegó la hora de que elMontevideano / Laboratorio de Artes empiece a identificarse con los que considera los Capitanes del Vuelo artístico uruguayo.
Julio Herrera y Reissig (1875-1910) escribe en El que vendrá, un texto fechado en setiembre de 1899:
Todo nos enseña a esperar cuando la desesperación nos asfixia; y en estos días brumosos de desencanto y de dudas llega hasta nosotros el arquetipo soñado, que ha de colocar lenguas de fuego sobre las pálidas sienes de los que interrogan a la esperanza.
Y en el Discurso en elogio de Alcides de María de 1909 sintetiza una especie de plataforma-pedrada capaz de esqueletar por primera vez todo nuestro actual desafío cultural revolucionario del siglo XXI:
¡Oh, sí, señores; -os lo aseguro-, esos versos, esas melodías, esos signos que gesticulan, suspiran, retozan y ríen o lloran o bailan- somos nosotros mismos, que reflejan el mismo sentimiento y el mismo carácter –semejantes en un todo el alma generadora-, como los millares de trozos rutilantes de un espejo son otros tantos espejos, -hijos, sustancialidad y vida del cristal que se dio en pedazos al estrellarse para animarse en otros espejos!
Ley suprema, señores, de solidaridad incontrastable, corolario armónico de sana filosofía, evangelio divino de altruísmo y de amor cristiano, por la que en virtud de póstumas transmigraciones y ensambladuras íntimas los seres y los espíritus, las vibraciones y los perfumes y las cosas y los fluidos –se unen, se compenetran y precisan- a través de la Vida y la Muerte; -ley que vincula las almas a las almas, que modela el pensamiento de todos con el pensamiento de uno y que integra el pensamiento de uno con el pensamiento de todos. Ley de correspondencia y de mutua eufonía, de espiritualización pitagórica y de gravitación molecular. Platón completado por Newton. El Evangelio y la Astronomía. El corazón y la Ciencia. Los números y las lágrimas. Las Matemáticas y los versos. El alma y la fuerza. La moral y la física. El amor y la Inmortalidad. Y Dios en el Centro de todo.
Casi exactamente un siglo después, parado sobre esta primera Torre del Vigía del pensamiento uruguayo, elMontevideano / Laboratorio de Artes anuncia que el arquetipo de el que vendrá ya es capaz de barrer la basura del consumismo salvaje posmoderno y conjuntar la belleza de una tierra de libres.
HUGO GIOVANETTI VIOLA
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