PAN DE EMERGENCIA
¿Qué se propone Leonardo Regusci, el personaje de la película “Jesús de Punta del Este”, al abandonar su pequeño éxito enquistado en la rutina del establishment montevideano y fundar un Laboratorio de Artes multifacético en un quilombo de Maldonado, su ciudad natal? Conectarse con el zigzagueo del gran arte popular uruguayo que fundó Carlos Gardel y retomaron Alfredo Zitarrosa y Gastón Ciarlo, “Dino”, en las décadas de los 60 y los 70, respectivamente. Muy pocas veces los “capitanes del vuelo” obtienen la repercusión y la difusión que se merecen, pero algunos de ellos captan el justísimo momento en que se puede implantar un arcoiris imborrable en el hambre de belleza que sufren todos los pueblos, más acá o más allá de los bienestares y las debacles económicas. Acá se está llamando a los artistas a combatir la miseria de amor, señores, que es absolutamente policlasista. Eduardo Fabini llegó a obtener un éxito relampagueante en la primera mitad del siglo, y en la última cumbre de presidentes el Uruguay entero estaba señalizado por los símbolos de Torres-García, que concretó su tan soñada fiesta popular a cincuenta años de su desaparición física. Y la celeste que comandó Obdulio supo repartir un pan de emergencia suficiente quién sabe por cuánto tiempo. ¡¡¡¡Pero ojo que esto no es nostalgia paralizante, como denuncian el materialismo neurótico y la frivolidad posmo!!!! ¡¡¡¡Es urgencia de saltar a la altura de los maestros!!!! ¡¡¡¡Los arcoiris no persiguen premios de Hollywood ni coronitas de platino del establishment ni inflaciones de rating!!!! Su objetivo esencial es el amontonamiento hipnótico del pan y del pez para que nadie olvide que la felicidad es un milagro montañoso y no un entretenimiento mediocrizante. “Quieren hacernos creer que la vida es un fósforo” cantó indeleblemente Leonardo Regusci, “pero traemos un tesoro de brasas en el corazón”. Y además grafiteó antes de ser asesinado: “El consumismo salvaje es capaz de incendiarnos la fe para vender tristeza”.
HUGO GIOVANETTI VIOLA
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