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DE CUERPO Y ALMA / HOMENAJE A MI PERRA


DIÁLOGO CON HORACIO HERRERA

El viernes 23 de mayo a las 19:30 hs, en La Casa del Autor, situada en Canelones 1122, tendrá lugar la primera de las actividades culturales a realizarse conjuntamente durante 2008 por la Asociación General de Autores del Uruguay (AGADU) y elMontevideano / Laboratorio de Artes.

En este caso se trata de la presentación de un libro que contiene 40 textos breves de mi autoría y 40 desnudos del plástico uruguayo Horacio Herrera, ya expuestos en el hotel Rivendel de Piriápolis durante marzo y abril.

El acto contará además con una performance teatral-musical realizada por las actrices Cristina Velázquez y Sabrina Speranza y el autor y cantautor Willy Wood, una valoración crítica elaborada por el psiquiatra y actor Juan Comesaña, una exhibición serial en pantalla gigante de grafitos de Horacio Herrera seleccionados por el cineasta Álvaro Moure Clouzet y el estreno uruguayo de una obra para dieciséis instrumentos compuesta por el maestro Ulises Ferretti y grabada recientemente en el Brasil.

Demás está decir que esta interacción sería imposible de articular sin el espíritu de corpus que el elMontevideano viene construyendo pedacito por pedacito, con el amor que exige un mosaico bizantino, en los últimos tres años.

Nuestra estética, además, orientada hacia la búsqueda del arte popular profundo que se merece cualquier comunidad planetaria que no quiera descarriarse en la inercia de la “era del wind-surf posmoderno”, es chocante por principio. Porque lo único que choca dulcemente contra el corazón y le revive el péndulo es la “belleza dura”. O, podríamos redefinir: “la belleza que dura”.

Después de la entronización del consumismo salvaje que impuso la masividad burguesa a partir del 800, no hay serenidad clasicista ni barroca capaz de sintetizar simbólicamente la impresionante lucha civilizatoria que implica la discriminación racional de la neurosis noósica-nihilista. Y uno de nuestros mayores Capitanes del Vuelo, Joaquín Torres-García, que pretendía que se viviera en lo eterno, confesaba que él era “un clásico con temperamento de romántico”.

Y no hay tu tía. O mostrás el ORO de tu dOlOR o tenés que barrer la verdad de la milanesa abajo de la alfombra. Y ese vicio hipócrita se ha vuelto una costumbre tan mundial y tan uruguaya, que hasta el Palacio Legislativo, tan marmóreo, huele peor que un mercado o una carnicería.

¡Lo que necesitamos es belleza!, aullaba Baudelaire, que fue capaz de escribirle un hermoso soneto a una carroña. Y no olvidemos jamás que el golazo de Ghiggia en Maracaná jamás hubiese existido sin el patadón que le encajó Obdulio Varela a Bigode para que marcara a nuestro puntero como un hombre y no como un criminal.

Y que los de-más, son de palo.

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